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¿Qué es la Anorexia Nerviosa?

La anorexia nerviosa, comúnmente llamada anorexia, es un trastorno de la conducta alimentaria en el que la persona restringe la ingesta de la alimentación de forma progresiva dando lugar un peso significativamente bajo en comparación al que sería un peso normal o normopeso.

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En la anorexia la restricción alimentaria puede acabar siendo bastante grave y provocar carencias nutricionales, cansancio extremo y daños nivel físico. 

Síntomas de la Anorexia Nerviosa:

Obsesión con el peso y restricción calórica:

La anorexia se caracteriza por la obsesión con el peso. 

La obsesión en la anorexia va formándose de forma progresiva hasta que el peso y la comida  pasan a ser el centro de la vida de la persona afectada.

Por este motivo la mayoría de personas con anorexia comienzan haciendo dietas cada vez más restrictivas hasta llegar a comer únicamente ciertos alimentos o determinadas cantidades con las que se sienten seguras de que no cogerán peso, y si comen algún alimento no permitido, o se pasan de la cantidad que estima segura, llevan a cabo ejercicio excesivo o conductas purgativas como el vómito o el uso de laxantes o diuréticos.

El peso pasa a ser el elemento más importante, o el único, por el que se valora la persona con anorexia. 

persona obsesionada con el peso anorexia

Distorsión de la imagen corporal y de las sensaciones corporales:

El problema de la anorexia no es únicamente que la persona se vea gorda, el verdadero problema es que nunca se ve lo suficientemente delgada como para poder permitirse llevar una dieta normal.

Lo que sí puede ocurrir es que la persona con anorexia ponga demasiada atención en su propio cuerpo, por ejemplo, en la sensación de hinchazón del estómago. 

Esta sensación de hinchazón es real y es normal que se produzca. Cuando una persona disminuye su ingesta alimentaria su metabolismo se reduce y su cuerpo funciona de forma más lenta con el fin de ahorrar energía. 

Esto incluye al sistema digestivo, la sensación de hinchazón viene dada por el enlentecimiento de la digestión, algo lógico: si no hay inyección de energía lo más coherente es ahorrar ese gasto energético.

Si a esta sensación de hinchazón real y normal, le añadimos que la persona con anorexia tiene puesta la atención en todo su cuerpo, esa sensación de hinchazón abdominal aumenta, teniendo como consecuencia la percepción de que el vientre está demasiado hinchado.

El problema es que las personas con anorexia interpretan que esa sensación tiene como consecuencia el aumento de peso, cuando realmente no tiene nada que ver. Lo único que ocurre es que hay una digestión lenta.

No es extraño que, en base a las sensaciones corporales, una persona con anorexia piense que si tiene hormigueo por una zona del cuerpo, la piernas por ejemplo, eso signifique que está aumentando la grasa de esa zona o que está acumulando líquidos en esa zona del cuerpo.

Esa valoración de las experiencias corporales hace que la persona con anorexia se detenga sobre la zona en cuestión y distorsione la imagen de la misma, viéndola más grande, más gorda o con más celulitis por ejemplo.

Por este motivo cuando se evalúa a una persona con síntomas de anorexia es importante evaluar el cómo interpreta esas sensaciones corporales.

persona con sensaciones corporales indeseable

Conductas compensatorias:

Cuando una persona con anorexia se obsesiona con el peso lo normal es que cuando sienta que no ha controlado lo que ha comido, se sienta hinchada o experimente alguna sensación corporal que relacione con el aumento de peso, ponga en marcha conductas orientadas a la reducción de ganancia de peso.

Puede tomar laxantes, usar enemas o diuréticos o realizar ejercicio físico para reducir la probabilidad de aumentar de peso.

Disminución del peso corporal:

Una consecuencia directa que presenta la anorexia es la disminución del peso corporal. 

Las personas con anorexia pueden perder entre un 15 y 50 por ciento del peso que tenían antes de tener esta enfermedad. 

Cuando esa pérdida de peso es drástica o es muy grande la consecuencia es la aparición de la amenorrea o la falta de la menstruación.

Causas de la anorexia nerviosa ¿Qué puede llevar a alguien a desarrollar Anorexia Nerviosa?

No hay un evento o situación concreta que haga que una persona desarrolla anorexia nerviosa debido a que la sintomatología que presenta cada persona varía, pero sí es cierto que un cúmulo de ciertos factores pueden dar lugar a la aparición de este trastorno de la conducta alimentaria. 

Dentro de los factores que pueden predisponer o hacer más vulnerable a una persona a desarrollar un cuadro de anorexia nerviosa podemos ver los siguientes:

Factores genéticos:

Hasta hace más o menos 20 años se había dado por hecho que el ambiente donde se desarrollaba la persona era el factor principal para el desarrollo de la anorexia nerviosa.

Sin embargo, al observarse que este trastorno de la conducta alimentaria aparecía en diferentes personas dentro de una misma familia, se comenzaron a investigar las variables genéticas que podrían estar involucradas en el desarrollo de la anorexia nerviosa.

En estudios llevados a cabo con gemelos monocigóticos se encontró que hay una mayor coincidencia de trastornos de la conducta alimentaria que en gemelos dicigóticos. Estos estudios continúan llevándose a cabo desde diferentes instituciones con el fin de hallar los motivos de esta concordancia en el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria, ya que aún no se han encontrado con certeza cuáles son son los genes que están involucrados en el desarrollo de la anorexia o de otros trastornos de la conducta alimentaria.

Factores familiares:

También en diversos estudios se ha encontrado que la aparición de anorexia nerviosa, así como de otros trastornos de la conducta alimentaria, es más frecuente en personas cuyos familiares de primer grado han tenido anorexia, depresión, abuso de alcohol, trastorno bipolar u otros trastornos afectivos, donde hay obesidad materna y, en el caso de la anorexia, también se puede relacionar con una edad elevada de los padres.

Todo nos lleva a la conclusión de que sí, hay ciertos factores que pueden hacer a una persona vulnerable a desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria, pero esa vulnerabilidad no implica de por sí que se vaya a desarrollar anorexia. 

Esos factores predisponentes, unidos al ambiente en el que se encuentra la persona explicarían mucho mejor la aparición de un trastorno de la conducta alimentaria como la anorexia.

Factores sociales o culturales:

representación de medición del cuerpo en una muñeca de plastico

Dentro de los factores sociales, los más importantes son los ideales de belleza que vemos en la sociedad en la que nos encontramos así como la importancia que se le da al físico para alcanzar ciertos objetivos.

Personalidad y anorexia:

Debido a que los estudios realizados en pacientes con anorexia, se realizan una vez la persona presenta esta problemática, realmente no se sabe si los factores de personalidad actúan como predisponentes o son más bien causa de la anorexia.

La baja expresividad emocional y la supresión emocional se relacionan con la anorexia.

También se asocia a un estilo obsesivo y rígido de pensamiento, incluso, no es extraño encontrar a la anorexia junto a síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo. Esto se puede observar en el comportamiento alimentario: el comer siempre los mismos alimentos o el realizar siempre los mismos comportamientos antes o después de ingerir alimentos.

Otro rasgo de personalidad relacionado con la anorexia nerviosa es el perfeccionismo. Sí se ha visto que el perfeccionismo y durante la infancia es común en personas con anorexia nerviosa.

¿Qué puede precipitar el desarrollo de la anorexia nerviosa?

A parte de los factores mencionados antes, que pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona para desarrollar anorexia, podemos ver también los factores precipitantes del desarrollo de este trastorno de la conducta alimentaria. 

Los factores precipitantes son aquellos que se dan justo antes, o que son muy cercanos, a la aparición de la anorexia nerviosa.

Dentro de los factores que pueden predisponer a alguien a desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria podemos mencionar el aumento de peso o los cambios corporales que se dan durante la pubertad, el percibir que se hacen críticas relativas al peso hacia una misma persona o hacia otras, cambios en el entorno familiar, rupturas sentimentales, el haber pasado por una enfermedad que haya provocado una bajada de peso, las primeras relaciones sexuales o amorosas o el inicio de una dieta. 

Consecuencias de la anorexia nerviosa

Las consecuencias de la anorexia son similares a las que pueden aparecer por inanición, a parte de las que se pueden provocar por el empleo de estrategias compensatorias para evitar la ganancia de peso (vómito, uso de laxantes, enemas).

Las consecuencias de la anorexia varían en función de la gravedad del trastorno, pero podríamos decir que son las siguientes:

Consecuencias de la anorexia a nivel psicológico y conductual:

  • Cambios bruscos en el estado de ánimo
  • Irascibilidad
  • Aislamiento social
  • Desinterés por actividades de ocio 
  • Uso de ropa holgada para evitar mostrar algunas partes del cuerpo
  • Dificultad de concentración
  • Dificultad en la toma de decisiones
  • Alteraciones de la percepción corporal
  • Disminución de la sed y del apetito
  • Restricción de ciertos alimentos
  • Ayuno o saltarse algunas comidas
  • Obsesión con el peso y la imagen corporal
  • Realización de ejercicio físico en exceso
  • Medirse ciertas partes del cuerpo
  • Pesarse de forma recurrente o evitar pesarse
  • Insomnio
  • Ausencia de interés sexual
  • Depresión
  • Abuso de sustancias 
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo
  • Fobia social
  • Ansiedad

Consecuencias físicas de la anorexia:

  • Aparición de lanugo o vello en la cara y el cuerpo
  • Cabello débil y seco
  • Pérdida excesiva de peso
  • Pigmentación amarillenta o azulada
  • Piel seca
  • Sensación de frío constante o hipotermia
  • Problema de corazón 
  • Problemas dentales 
  • Disminución de la masa muscular 
  • Alteraciones óseas como la osteoporosis o la osteopenia 
  • Aumento del colesterol 
  • Anemia ferropénica
  • Alteración de los electrolitos
  • Problemas renales 
  • Hinchazón en algunas partes del cuerpo: piernas, brazos, cara
  • Amenorrea
  • Hipotensión
  • Dolor de cabeza
  • Mareos 
  • Problemas digestivos por el empleo de laxantes o la inducción del vómito: dilatación del estómago, hernia de hiato, rotura del estómago, dificultades para hacer la digestión, estreñimiento…
  • Alteraciones hepáticas
  • Alteraciones en la respiración 

Tipos de Anorexia Nerviosa:

Dentro de la anorexia nerviosa podemos encontrar dos tipos según las características que se presentan: la anorexia nerviosa restrictiva y la anorexia nerviosa purgativa en la que hay atracones.

Anorexia Nerviosa Restrictiva

La anorexia nerviosa restrictiva como su nombre indica, es un tipo de anorexia en la que la persona restringe los alimentos consumidos o va disminuyendo la cantidad de alimentos que come. Puede acompañarse de ejercicio físico excesivo pero no hay atracones, ni vómitos ni uso de laxantes o diuréticos.

una manzana medida como un cuerpo de una persona que tiene un trastorno de conducta alimentaria

Anorexia de tipo Purgativo

En la anorexia de tipo purgativo, además de la restricción calórica o de alimentos, hay algún episodio de atracón tras el cual la persona acaba provocándose por el vómito y haciendo uso de laxantes o diuréticos.

Tratamiento de la Anorexia Nerviosa:

El tratamiento de la anorexia nerviosa, cuando es un caso grave, es conveniente realizarlo de forma multidisciplinar en el que intervienen endocrino, psicólogo y en algunos casos, psiquiatra.

El tratamiento psicológico de la anorexia nerviosa no tiene únicamente por objetivo el aumento de peso, aunque muchas veces es lo más urgente. 

En las sesiones de psicoterapia en lo referente a lo que es el trastorno de anorexia nerviosa en sí, se trabaja la distorsión de la imagen corporal, el temor al aumento de peso, las creencias sobre la alimentación y las sensaciones corporales asociadas a la ingesta alimentaria, las creencias sobre la influencia de la imagen física en el ámbito social y la gestión de las emociones.

En Epsiba Psicología, en el tratamiento de la anorexia nerviosa, no toda la terapia va orientada al trabajo con la alimentación o el aspecto físico, el problema de la anorexia nerviosa no es sólo un problema relacionado con la alimentación o la imagen corporal. Se trata de analizar con la o el paciente los desencadenantes de la anorexia conectándolos con su historia personal, tratando de encontrar cuál fue en un inicio la función de la pérdida de peso y del control.

Así mismo, se trabaja con los valores de la persona para tratar de que el o la paciente de importancia a lo que realmente valora tratando de que la persona deje de ver la alimentación, el peso y la figura corporal como eje central de su vida. También tratamos de dar otro sentido a la vida buscando nuevos objetivos y metas que sean importantes para la persona y con los que pueda sentirse bien, desplazando el control de la ingesta alimentaria a un segundo plano.

El tratamiento de la anorexia, como podéis, ver no es un tratamiento sencillo ni rápido ya que en el trastorno suelen estar involucrados muchos factores, no sólo la alimentación.

Escrito por Esther Blázquez Álvarez, psicóloga en Epsiba Psicología.

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