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¿Qué es la fobia social?

La fobia o ansiedad social se caracteriza por presentar un miedo intenso a determinadas situaciones en las que hay una interacción social, pudiendo generalizarse a una amplia gama de situaciones o sólo presentarse en aquellas que coincide un factor concreto.

El inicio de este tipo de ansiedad suele aparecer en la infancia o al inicio de la adolescencia y, en muchos casos, hay un factor que precipita la aparición de este trastorno.

Origen de la Fobia Social

El precipitante de la fobia social suele ser un acontecimiento en el que la persona se ha sentido ridiculizada o menospreciada por otras personas. Esa situación se puede repetir posteriormente dando lugar a un aprendizaje erróneo debido a las creencias distorsionadas generadas en el primer acontecimiento en el que se experimentó esa sensación de incapacidad.

La evitación en la fobia social

Lo que aprende la persona que desarrolla una fobia social es a evitar la ansiedad que le generan las situaciones sociales, ya sea una situación concreta o en varias situaciones que sólo tienen en común el factor social.
Evita esa situación porque al retirarse, su ansiedad disminuye, pero realmente esa evitación es la que mantiene en miedo a las interacciones sociales (conocer gente, realizar una actividad en público, etc).

En otras ocasiones es cierto que el problema no es que se eviten las situaciones, sino que se permanece en ellas con tal grado de nerviosismo que este no permite que consigamos nuestro objetivo de forma satisfactoria

¿Por qué? Porque la persona está actuando al mismo tiempo que piensa en la evaluación que realicen otros sobre ella.

Por esa razón estará más pendiente de si los demás notan su nerviosismo, su enrojecimiento, su inseguridad, etc.

Alguien con un trastorno de ansiedad social sabe que muchas veces lo que piensa no es cierto, que no es centro de atención, que los demás no están ahí para evaluarla siempre.

Entonces, si saben que eso que piensan no es cierto:

¿Por qué se mantiene la ansiedad al enfrentarse a situaciones sociales? 

Por las creencias que tiene la persona en cuestión, las cuales se encuentran tan arraigadas que le resulta imposible rebatirlas.
Este tipo de creencias incluyen: “soy incapaz de hablar en público, se nota que estoy nervioso, mi voz es temblorosa y eso indica que soy una persona insegura, como empieza a sudar se van a reír de mí, si cometo una falta me echarán del grupo”.

Casi siempre, detrás de estas creencias, hay un deseo excesivo de ser aprobado y reconocido por los demás. Lo que ocurre es que la persona puede pensar que nunca es aceptado, bien recibido o que nunca ha hecho algo bien.
Esto es así porque, realmente, no está pendiente de la interacción con el resto de personas, sino de los síntomas propios que a él/ella le indican que está haciendo las cosas mal.

En conclusión, la ansiedad social se puede mantener por dos vías: la evitación de la situación que genera ansiedad junto a creencias y expectativas negativas sobre sí mismo, o sólo por las creencias que mantiene la persona al enfrentarse a una situación social que le genera ansiedad.

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