Indice

¿Qué es la disonancia cognitiva?

La disonancia cognitiva hace referencia a sensación que experimenta una persona cuando presenta o se enfrenta ante dos ideas, valores o creencias que se contraponen o al tener un comportamiento que contradice nuestros valores. 

Es decir, la disonancia cognitiva se refiere al malestar que experimentamos cuando entramos en contradicción con nosotros mismos.

La teoría de la disonancia cognitiva aparece por primera vez en 1957 en la publicación llevada a cabo por Leon Festinger en “The Theory of Cognitive Dissonance”, donde trata de explicar los motivos por los que experimentamos esta disonancia, basándose en la necesidad que tenemos las personas de buscar la coherencia en diferentes aspectos de la vida. Esa incoherencia es lo que generaría malestar y lo que motivaría a resolver la disonancia para eliminar ese estado de tensión.

La disonancia cognitiva y el conflicto interno

Todos tenemos una serie de cogniciones (pensamientos, ideas, creencias) acerca de nosotros mismos, del mundo que nos rodea, de nuestro contexto y sobre cómo actuamos, de nuestro comportamiento. Cuando estos componentes entran en conflicto entre sí es cuando aparece la disonancia cognitiva.

Hacer algo que va en contra de nuestros valores no es consistente, no está en consonancia con nosotros mismos. 

Este es el motivo por el que habitualmente nos sentimos mal cuando realizamos algo que no es coherente con nuestras ideas, creencias o valores.

Para eliminar ese malestar, esa disonancia cognitiva, probablemente tendamos a realizar una justificación de nuestro comportamiento o a minimizar su impacto.

cuando una persona presenta disonancia cognitiva puede aparecer confusión. En esta foto aparece un hombre con gas con expresión confusa, frunciendo el ceño y rascándose la cabeza

Imagina que una persona que es defensora de los derechos de los animales entra a trabajar en una empresa en la que tiene que experimentar con animales. Aquí, esta persona generaría una disonancia cognitiva debido a que está trabajando en una empresa que no respeta los derechos de los animales y eso le hace ser partícipe de esa experimentación. Está llevando a cabo dos ideas que entran en conflicto: proteger los derechos y el bienestar de los animales y experimentar con ellos de forma que les causa sufrimiento. 

Esa incoherencia entre ambas ideas es la que genera disonancia cognitiva. 

Las personas tendemos a buscar una coherencia entre las cosas que hacemos, pensamos y sentimos. Necesitamos resolver esa disonancia. Esta persona tendrá la necesidad de eliminar esa tensión, ese malestar, esa disonancia o incoherencia de diferentes maneras para estar en armonía consigo misma. 

Más adelante veremos las diferentes maneras acerca de cómo se resuelve esta disonancia cognitiva o cómo eliminamos el malestar que experimentamos al ir en contra de nuestros propios valores o creencias o cuando tenemos dos ideas opuestas.

Ante qué situaciones aparece la disonancia cognitiva

La disonancia conectiva puede surgir ante situaciones diferentes dependiendo de qué elementos sean los que entran en contradicción en una persona.

Después de haber tomado una decisión podemos pensar si realmente hemos tomado la decisión correcta, sobre todo ocurre cuando en esa decisión, las alternativas de acción eran mas o menos correctas dentro de la situación en la que nos encontramos.

También podemos entrar en conflicto con nosotros mismos cuando llevamos a cabo un comportamiento que no es acorde a nuestras creencias o valores. Imagina que tienes un examen y valoras mucho la integridad y la honestidad, pero no te has podido preparar bien el examen y necesitas sacar una nota alta. Copias en el examen. Probablemente luego te sientas mal contigo mismo y para reducir ese malestar causado por esa contradicción entre tu comportamiento y tus valores, probablemente tenderás a justificar ese comportamiento y restarle importancia.

una imagen que muestra un ejemplo de disonancia cognitiva. Muestra a una chica copiando a su compañera en el examen

La disonancia también puede aparecer cuando nos exponemos a nueva información que contradice nuestras creencias sobre un tema determinado. Imagina que siempre has pensado que es mejor comprar una casa que alquilarla y te dan información que realmente parece ser cierta y que dice que es mejor alquilar una casa que comprarla ya que tiene mayores beneficios.

Otra de las situaciones en las que podemos experimentar disonancia cognitiva es cuando nosotros defendemos o promulgamos algo, pero hacemos lo contrario. Comúnmente esto se puede llamar hipocresía. Por ejemplo, imagina que eres madre y le dices a tus hijos que tienen que cuidarse, hacer ejercicio y comer saludable y resulta que fumas delante de ellos.

Consecuencias de la disonancia cognitiva

Cuando experimentamos disonancia cognitiva y erramos en contradicción con nosotros mismos tendemos a sentir malestar, tensión, incluso ansiedad si esa contradicción entre nuestras creencias, valores o comportamientos es muy grande.

Ansiedad

La ansiedad cuando experimentamos una disonancia cognitiva es habitual, ya que para resolver ese malestar que genera el estar en contradicción con nosotros mismos podemos comenzar a rumiar, a darle vueltas de forma recurrente al motivo que genera esa contradicción o disonancia. 

Tomando el ejemplo de la persona que ama a los animales y está en un trabajo que conlleva la experimentación con animales, tal vez esta persona hasta que decida como resolver esta contradicción este valorando pros y contras, imaginándose en el futuro si continúa trabajando en esa empresa, las consecuencias de dejar de trabajar ahí, etc.

Culpabilidad 

También es habitual que cuando llevamos a cabo acciones que van en contra de nuestros valores, de nuestra propia ética, nos sintamos culpables sobre todo si eso que hemos hecho contradice un valor muy importante para nosotros. 

Por ejemplo, imagina que quieres irte de vacaciones, no tienes dinero y acabas vendiendo algo que te regaló tu abuelo, ya fallecido, para irte de vacaciones. Después de hacerlo te das cuenta de que era algo muy importante para ti, te sientes culpable o, incluso, te avergüenzas de ti mismo. Entra en contradicción el amor o cariño hacia tu abuelo (el valor hacia una persona) y el hecho de haberlo vendido para irte de vacaciones (un comportamiento).

la disonancia cognitiva puede generar culpabilidad. En la imagen se muestra a una chica joven con expresión triste con la mirada baja y las comisuras de los labios hacia abajo

Confusión

La disonancia cognitiva también puede generar un estado de confusión hacia nosotros mismos, ya que a veces para resolver o eliminar el malestar que nos genera esa contradicción entre nuestros valores, pensamientos y conducta, tratamos de cambiar la forma en la percibimos o valoramos las cosas. 

Imagina que siempre has defendido que cuando una persona tiene pareja, no debe dejar a sus amigos de lado, y te das cuenta de que desde cuando tienes pareja has reducido bastante las quedadas con tus amistades.

En el ámbito de la pareja la disonancia cognitiva puede dar lugar a confusión y aparecer, por ejemplo, cuando una persona siempre ha tenido una idea de cómo debería ser una relación de pareja (respeto, empatía, apoyo emocional, fidelidad, pasar tiempo juntos), pero resulta que su actual pareja le habla mal, le ridiculiza delante de sus amigos, le dice que las cosas que hace no son interesantes y que no piense que va a acompañarle en sus “aventuras de crío”, etc. Es consciente de que esto no es lo que espera de una relación, pero sigue en ella y eso le genera malestar.

Cómo reducimos habitualmente el malestar que provoca la disonancia cognitiva

Uno de los principios en los que se basa la disonancia cognitiva es la tendencia que tenemos las personas a buscar una coherencia interna. Por ello cuando nuestras acciones, creencias o actitudes son inconsistentes, experimentamos un estado de tensión y malestar que nos motiva a resolver esa disonancia cognitiva o esa contradicción con nosotros mismos.

Las personas utilizamos diferentes técnicas para reducir ese malestar que genera la disonancia cognitiva, que a veces dan lugar al autoengaño.

Para reducir el malestar que aparece cuando entramos en conflicto con nosotros mismos, podemos tratar de cambiar nuestra forma de ver las cosas, cambiar nuestra manera de actuar, minimizar la importancia de la disonancia cognitiva, buscar nueva información que nos convenza de la decisión que tomamos, etc.

Cambio de nuestro pensamiento o de nuestro comportamiento

Para eliminar esa sensación de malestar que genera la disonancia cognitiva podemos cambiar nuestros pensamientos o acciones para darnos coherencia a nosotros mismos. Por ejemplo, imagina que le das mucha importancia a tu salud, pero fumas. Aquí podrías decidir dejar de fumar para estar en consonancia contigo mismo o cambiar tu forma de pensar y decirte cosas como “vida sólo hay una y hay que disfrutarla, si estamos pendientes de morir, no vivimos”.

Búsqueda de información

Buscar información que refuerce nuestros pensamientos o nuestros comportamientos también reduce esa tensión asociada a la disonancia cognitiva. Imagina que hay alguien que le da mucha importancia a la alimentación sana o saludable, pero le encanta la comida rápida o los precocinados. Para resolver el malestar que le genera el hacer algo que va en contra de sus principios, probablemente busque información que respalde algún aspecto positivo de comer alguno de los alimentos que le generan malestar.

Quitarle importancia a la disonancia cognitiva

También podemos dejar de experimentar esa tensión si minimizamos la importancia de ese conflicto. Por ejemplo, imagina que siempre has valorado la puntualidad y resulta que últimamente llegas tarde a clase, para reducir ese malestar que te genera el no cumplir con tus propios criterios de lo que está bien y de lo que está mal, puedes llegar a la conclusión de que no es tan importante la puntualidad si luego sacas buenas notas.

para resolver la disonancia cognitiva podemos tratar de restarle importancia al motivo que genera malestar. En esta imagen hay un chico con cara de estar poniendo una excusa a su comportamiento

Generar nuevos pensamientos o creencias

Unido a la búsqueda de información, podemos generar otra creencia asociada al motivo de la disonancia cognitiva que contrarreste ese malestar y que no sea totalmente contraria a nuestros valores. Esta técnica para resolver ese malestar puede ser un poco más difícil de entender. Pongo un ejemplo para que se vea claro. Volvemos a ponernos en la situación de que te importa mucho tu salud, sabes que beber alcohol no es bueno para la salud pero te encanta tomar un par de copas de vino todo los días. 

Al final acabas pregonando que tomar un poquito de vino todos los días es saludable. Son dos creencias que apoyan ese valor central “la importancia de cuidar la salud” y acabas convenciéndote de que eso que en un inicio pensabas que te haría daño, es hasta saludable. ¿Autoengaño o realidad?

Separar las cosas que hacemos de nuestra persona

Con esto me refiero a que para reducir esa contradicción con nuestros valores y nuestras acciones podemos decirnos por ejemplo que el hecho de hacer algo en un ambiente o situación determinada, no nos define como persona .

Atribuir nuestro comportamiento a factores externos 

Esto es lo que comúnmente se llama “poner excusas”, que a veces son reales. Por ejemplo, imagina que llegas tarde a una reunión y te sientes mal por ello. Acabas diciendo, sea real o no, que es que había mucho tráfico.

Buscar otros aspectos positivos a nuestros actos

Para reducir el malestar asociado a ese conflicto con nosotros mismos, para reducir esa disonancia, podemos buscar la parte positiva de hacer algo con lo que no nos sentimos del todo satisfechos. Imagina que te has comprado un teléfono de 1500 euros cuando no sueles hacer esas cosas porque no lo consideras tan importante como para gastarte ese dinero. Aquí puedes tratar de convencerte de que has hecho lo correcto argumentando que los has comprado porque a largo plazo sale mas barato que comprarte un teléfono menos caro, o que con la cámara que tiene te ahorras lo que invertirías en una cámara.

Para resolver el malestar que aparece cuando entramos en conflicto con nosotros mismos podemos utilizar diferentes técnicas dependiendo de la situación y el momento en el que nos encontremos, y, probablemente hayas usado la mayoría de estas técnicas sin ser consciente de ello.

Escrito por Esther Blázquez Álvarez, psicóloga en Epsiba Psicología en Salamanca y psicóloga online mediante videoconferencia.

4.2/5 - (5 votos)