El trastorno de ansiedad generalizada se define por la presencia de excesiva ansiedad y una preocupación reiterada casi siempre orientada a la ocurrencia de posibles sucesos negativos en el futuro.
Indice
La ansiedad en el trastorno de ansiedad generalizada
En el trastorno de ansiedad generalizada los síntomas de ansiedad pueden aparecer de forma frecuente y con elevada intensidad dando lugar a taquicardias, mareos, temblores, dificultad para respirar, etc.
La ansiedad suele aparecer como consecuencia de las preocupaciones excesivas, que parecen fuera de control. Esas preocupaciones, al mismo tiempo, pueden explicarse por una baja tolerancia hacia la incertidumbre o una dificultad a la hora de enfrentarse a ciertos problemas.
El papel de la preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada
Las preocupaciones son cadenas de eventos cognitivos que aparecen en forma de imágenes, palabras, o dudas y que implican la anticipación de la ocurrencia de posibles eventos negativos.
En el trastorno de ansiedad generalizada la preocupación suele aparecer como diálogo interno más que en forma de imágenes. De hecho, muchas de las personas que acuden a consulta temen estar volviéndose locos por no ser capaces de controlar esos pensamientos referentes a la preocupación y a la elaboración de hipótesis acerca de la ocurrencia de esos posibles eventos negativos y sus consecuencias.
Tipos de preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada
La preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada aparece como una cadena de eventos cognitivos dirigida a anticipar posibles acontecimientos futuros de carácter negativo.
Esa cadena va dirigida a la generación de hipótesis sobre los diferentes resultados que tendrán esas situaciones. Así, el objetivo de esa preocupación es eliminar la incertidumbre que genera la anticipación de esos acontecimientos futuros que perciben como una amenaza imposible de controlar o afrontar.
Las preocupaciones podríamos dividirlas en dos categorías, las que se dirigen a eventos presentes o actuales y las situaciones orientadas al futuro (Dugas y Robichaud, 2007).
Las preocupaciones actuales se dirigen hacia la resolución de problemas presentes. Este tipo de preocupaciones también pueden, además de basarse en problemas actuales, centrarse en las consecuencias que tendría el mantenimiento de este problema en un futuro.
Las preocupaciones relacionadas con situaciones hipotéticas no se dirigen a un problema actual, sino más bien a problemas que podrían aparecer en el futuro.
El ciclo de la preocupación

Este ciclo, al que más bien podríamos llamar bucle, se inicia por la percepción de una amenaza de carácter cognitivo. Es decir, la situación que da lugar a esa percepción de amenaza, habitualmente no es real o tangible, sino como hemos dicho antes, puede ser una amenaza hipotética.
En caso de la situación amenazante sea real, esa percepción de amenaza normalmente está sesgada y realmente no es una amenaza aunque la persona así la perciba debido a la sensación de incontrolabilidad ante ese problema actual.
Dicho esto, el bucle de la preocupación suele ser desencadenado por preguntas del tipo ¿Y si…ocurre la situación temida?
Esa pregunta da lugar a la incertidumbre, que en el trastorno de ansiedad generalizada es percibida como algo negativo “las situaciones impredecibles e incontrolables llevarán a algo negativo que no podrá evitar”.
Entonces, ante esa incertidumbre la persona percibe una amenaza que intenta evitar o eliminar generando una cadena de pensamientos que generan aun mayor incertidumbre y esa incertidumbre genera más pensamientos sobre la aparición de posibles eventos negativos que hay que intentar evitar.
Ante esta situación mental, es normal que se experimente ansiedad, claro. Si percibimos peligro cada que vez que sentimos incertidumbre, trataremos de eliminar esa incertidumbre resolviendo mentalmente la situación amenazante.
Sin embargo, esa estrategia de afrontamiento, realmente, lo que hace es generar más preguntas que designan la presencia de una amenaza aún mayor y, por tanto, la necesidad de tratar de evitar que esa amenaza llegue a producirse dando lugar al bucle mental, que podría resumirse de la siguiente forma:
Situación hipotética + Posibles resultados del afrontamiento de esa situación hipotética + Necesidad de evitar esos resultados + Percepción de baja o nula capacidad de afrontamiento + Aumento de la sensación de incontrolabilidad ante esos eventos negativos + Sensación de impotencia + Aparición de angustia/ Síntomas de elevada ansiedad |
Temática de la preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada:
Los temas por los que se preocupan las personas que tienen un diagnóstico de trastorno de ansiedad generaliza son temas por los que se preocupan personas que no tienen este diagnóstico. Es decir, son preocupaciones normales acerca de la familia, el trabajo, amistades, el hogar, los estudios, el futuro, etc.
Lo que diferencia las preocupaciones de las personas con problema de ansiedad de las personas que no tienen este problema es la intensidad, duración, importancia y la recurrencia de la aparición de esas preocupaciones.
Consecuencias de la preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada
Lo habitual, es que las personas que presentan una excesiva preocupación debido a la percepción de una amenaza, que nuestro cerebro interpreta como presente activando así el mecanismo de respuesta lucha/huída, experimenten una sobreactivación fisiológica con el objetivo de hacer frente a esa amenaza, como si realmente tuviéramos que luchar contra ella, cuando en realidad esa amenaza es un evento mental y por tanto no podemos enfrentarla.
Eso es lo que caba dando lugar a los síntomas de la ansiedad: taquicardia, sudoración, temblores, despersonalización, náuseas, dificultad para respirar, sensación de mareo, tensión muscular, escalofríos, etc.
Mediante este proceso las personas con un trastorno de ansiedad generalizada, terminan por asociar el pensar o preocuparse con algo negativo y doloroso, lo que les lleva a evitar situaciones en las que les sea más fácil pensar: estar solos, hacer cosas que no captan toda su atención, ir a sitios que asocian con sus preocupaciones, hablar sobre el motivo de la preocupación, etc.
Cuando una persona se encuentra en este estado cierto tiempo suelen sentirse desgastadas, desesperanzadas, etc. Por lo que no es extraño que cuando un trastorno por ansiedad generalizada se extiende en el tiempo, acabe por dar lugar a la aparición de un trastorno mixto por ansiedad y depresión.
¿Por qué continúa la preocupación a pesar de las consecuencias que esta genera?
La preocupación en el trastorno de ansiedad generalizada se mantiene por las creencias positivas acerca de que el hecho de preocuparse es útil y tiene consecuencias positivas. Con diferentes estudios se han encontrado siete creencias relacionadas positivamente con la utilidad de preocuparse y que son las que mantienen esa preocupación en los diferentes trastornos de ansiedad:
- El hecho de preocuparse ayuda a encontrar formas de evitar lo que se teme
- Preocuparse es eficaz para resolver problemas
- Si me preocupo aumentará mi motivación
- Preocuparse y ponerse en la peor situación hará que luego no me afecte tanto la ocurrencia de ese acontecimiento negativo
- El preocuparse disminuye la probabilidad de que ocurra lo que temo
- Preocuparse evita pensar en otras cosas peores
- Preocuparse denota responsabilidad y por tanto es algo positivo.
A continuación os dejo algunos artículos relacionados con el trastorno de ansiedad generaliza por si es de vuestro interés:
Técnicas para manejar la ansiedad
Estrategias que mantienen la ansiedad
El trastorno de ansiedad generalizada
Escrito por Esther Blázquez Álvarez, psicóloga en Epsiba Psicología.
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