El trastorno dependiente de la personalidad es un trastorno de personalidad caracterizado por la necesidad excesiva de ser cuidado, por la dependencia hacia otras personas para la toma de decisiones, por el temor al abandono y por el comportamiento de sumisión dentro de sus relaciones.
Por ejemplo, una persona con un trastorno de personalidad dependiente recurrirá a otra persona cercana para tomar una decisión sobre, pongamos por caso, en qué ciudad cursar su carrera y, probablemente, acepte la decisión que tiene la otra persona sin tener en cuenta su propio criterio. De hecho, algo habitual es que quienes padecen este problema, no tengan criterio propio sobre diferentes aspectos de su vida.
Indice
Características o Síntomas del Trastorno Dependiente de Personalidad
Para explicar cómo funciona una persona con un trastorno de personalidad dependiente vamos a dividir las características o síntomas de este trastorno en cognitivos, emocionales y conductuales.
Características Emocionales del Trastorno Dependiente de la Personalidad
Las personas con un trastorno dependiente de la personalidad suelen experimentar ansiedad, tristeza y miedo, sobre todo en situaciones que implican separación o cuando tienen que ser autónomas o independientes. Estas emociones pueden ser tan intensas que interfieren con la capacidad de la persona para funcionar de manera efectiva en su vida diaria.
Ansiedad y Miedo
El temor a la independencia puede ser tan intenso que la persona con un trastorno dependiente de la personalidad experimente tal ansiedad que se sienta paralizada a la hora de tomar una decisión si no cuenta con la ayuda de nadie. Además temen tomar decisiones, no sólo que les involucren a ellas, como vimos al principio a la hora de decidir en qué ciudad estudiar por ejemplo, también tienen miedo de que sus decisiones afecten a los demás, cometer un error y provocar malestar en otras personas por ese temor al abandono.
Tristeza
La tristeza o la desesperanza también son emociones frecuentes en el trastorno dependiente de la personalidad, y surgen por la percepción de que son incapaces de cuidar de sí mismas o de manejar las situaciones de la vida sin la ayuda de los demás.

Dependencia emocional
La dependencia emocional es otro síntoma emocional. Las personas con un trastorno dependiente de la personalidad a menudo buscan la validación externa para sentirse seguras y valoradas. Esta dependencia emocional puede manifestarse de diferentes formas como en la dificultad para tolerar la soledad, la aceptación de comportamientos dañinos por parte de otras personas o la necesidad de seguridad dentro de sus relaciones a través de afirmaciones por parte de las otras personas de que todo va bien en la relación y que no hay peligro de que esa relación se termine.
Características Cognitivas del Trastorno Dependiente de la Personalidad
Cognitivamente, las personas con un trastorno dependiente de la personalidad suelen tener un concepto negativo de sí mismas, lo que las lleva a tener dificultades en la toma de decisiones y a menudo se refuerza a través patrones de pensamiento distorsionados.
Autoconcepto negativo
Se ven a sí mismas como incapaces de manejar las situaciones de la vida sin la ayuda de otros, se autoperciben como incompetentes. Esta visión de sí mismas, evidentemente, afecta su autoestima y confianza.
Patrones de Pensamiento Distorsionados
Los patrones de pensamiento distorsionados en el trastorno dependiente de la personalidad pueden incluir el catastrofismo, donde la persona anticipa los peores escenarios posibles, o el pensamiento dicotómico, en el que se ve el mundo en términos de blanco y negro, sin matices. Estos patrones de pensamiento pueden reforzar la dependencia emocional y la necesidad de aprobación externa. Por ejemplo, pueden pensar que por mudarse de ciudad sus amistades se van a enfadar y que se quedarán solas y no podrán ser capaces de hacer nada.
Dificultades en la Toma de Decisiones
Las personas con un trastorno dependiente de la personalidad tienen problemas a la hora de tomar una decisión, incluso cuando esta no es tan importante. Pueden experimentar la conocida parálisis por análisis, se sienten abrumadas, sobrepasadas, por las opciones disponibles a la hora de tomar la decisión y el temor a tomar una decisión incorrecta. Este es uno de los motivos por los que acaban desarrollando una dependencia excesiva hacia las opiniones y consejos de los demás.

Evitación Cognitiva
Además, puede haber una tendencia a evitar enfrentar o pensar en situaciones que requieren autonomía o independencia. La evitación cognitiva en el trastorno dependiente de la personalidad actúa como un mecanismo de defensa, pero a largo plazo, perpetúa el ciclo de dependencia y refuerza la autopercepción negativa de la persona.
Características Conductuales del Trastorno Dependiente de la Personalidad
Desde una perspectiva conductual en el trastorno dependiente de la personalidad podemos encontrar la evitación de tareas que requieren un alto grado de autonomía y la búsqueda constante de consejo y apoyo de los demás. Además, pueden aparecer comportamientos manipulativos para obtener cuidado y apoyo, aunque esto generalmente no se hace con malicia, sino más bien como una estrategia de supervivencia emocional.
Evitación de Tareas Autónomas
Una de las características más comunes del trastorno dependiente de la personalidad es la evitación de tareas que requieren un alto grado de autonomía. La persona podría evitar responsabilidades laborales o académicas que impliquen tomar decisiones independientes, optando en su lugar por roles que les permitan estar bajo la supervisión de otras personas.
Búsqueda Constante de Consejo y Apoyo
Otra característica conductual es la búsqueda constante de consejo y apoyo de los demás, lo que puede ir desde preguntar repetidamente a amigos o familiares sobre decisiones cotidianas, como qué ropa ponerse, hasta buscar aprobación para decisiones más significativas, como puede ser un cambio laboral o poner fin a una relación.

Comportamientos Manipulativos
Aunque generalmente no es con malicia, algunas personas que presentan un trastorno dependiente de la personalidad pueden recurrir a comportamientos manipulativos para obtener el cuidado y apoyo que sienten que necesitan. Por ejemplo, puede aparecer la victimización, donde la persona se presenta como indefensa o para que otra persona asuma el rol de cuidadora.
Pasividad en Relaciones Interpersonales
La pasividad en las relaciones interpersonales también es común en personas con un trastorno dependiente de la personalidad. La persona podría permitir que otros tomen decisiones importantes en su vida, como dónde vivir o qué trabajo aceptar, por temor a tomar una decisión que resulte en desaprobación o genere algún conflicto con otras personas.
Evitación de Conflictos
La evitación de conflictos es otra característica de las personas con un trastorno dependiente de la personalidad. Por ejemplo, una persona con un trastorno dependiente podría evitar situaciones o conversaciones que pudieran generar una confrontación, incluso aunque eso conllevara el dejar a un lado sus propias necesidades o deseos.
Causas del Trastorno Dependiente de la Personalidad
Factores biológicos
Algunas investigaciones sugieren que ciertos rasgos de la personalidad son heredables, sin embargo el contexto donde nos desarrollamos es clave para que un rasgo de la personalidad sea más o menos prominente. No está claro que el trastorno dependiente de la personalidad sea heredable. Sin embargo, las investigaciones continúan trabajando el comprender cómo las diferencias en la estructura y función cerebral pueden contribuir a este trastorno.
Factores psicológicos y emocionales
Teoría del Apego
La teoría del apego, desarrollada inicialmente por John Bowlby, es una de las teorías más influyentes para entender la etiología o el origen del trastorno dependiente de la personalidad. Según esta teoría, los patrones de apego inseguro durante la infancia pueden llevar a una mayor vulnerabilidad para desarrollar dependencia emocional en la adultez.
Estos patrones de apego inseguro pueden surgir cuando el cuidador primario es inconsistente en su disponibilidad emocional o física, cuando esa disponibilidad no es predecible, lo que lleva a la persona a desarrollar estrategias de afrontamiento desadaptativas, como la dependencia excesiva hacia otras personas para recibir validación y apoyo.

Experiencias de vida tempranas
Las experiencias adversas durante la infancia, como el abuso emocional, físico o sexual, pueden contribuir al desarrollo del trastorno dependiente de la personalidad, ya que estas experiencias pueden llevar a la persona a sentirse insegura y a buscar constantemente la aprobación y el apoyo de los demás como una forma de disminuir su angustia emocional.
Desarrollo de la autoeficacia
La autoeficacia se refiere a la creencia que tenemos acerca de nosotros mismos para realizar tareas y enfrentar desafíos. En las personas con un trastorno dependiente, la autoeficacia se ve afectada. La baja autoeficacia puede surgir de experiencias de vida que refuerzan la creencia de que uno es incapaz de manejar las situaciones sin ayuda externa, lo que puede llevar a una dependencia continua de los demás para la toma de decisiones y el apoyo emocional.
Cómo afecta el Trastorno Dependiente de la Personalidad a la Vida de la Persona
Impacto en las Relaciones
Las personas con un trastorno dependiente de la personalidad a menudo tienen relaciones interpersonales caracterizadas por la desigualdad y la dependencia.
Esta dinámica puede llevar a relaciones insatisfactorias y, en algunos casos, tóxicas. Además, la necesidad constante de aprobación y apoyo puede resultar agotadora para las personas del entorno, lo que puede llevar a rupturas en las relaciones y a que esto reafirme las inseguridades de la persona con el trastorno dependiente.
Impacto en la Vida Académica o Laboral
En el trastorno dependiente de la personalidad, la dificultad para tomar decisiones autónomas y la falta de confianza en las propias habilidades pueden afectar negativamente al rendimiento académico y laboral.
Las personas con un trastorno dependiente de la personalidad podrían mostrar una falta de progreso ya sea en el área académica o laboral. También tienden a elegir roles que no sean desafiantes ni gratificantes simplemente porque le ofrecen cierto grado de seguridad.
Por ejemplo, imaginad a una persona que, a pesar de tener el suficiente potencial para avanzar en su carrera, permanece en el mismo puesto al que optó al inicio de su vida laboral. Aunque sus compañeros y supervisores le han sugerido un ascenso en varias ocasiones, esta persona siente mucha ansiedad a la hora de asumir más responsabilidades y por tanto no acepta esos ascensos.
Bienestar Emocional
La constante búsqueda de validación externa y el miedo al abandono que presentan las personas con un trastorno dependiente de la personalidad pueden llevar a niveles elevados de ansiedad y estrés. Además, la falta de autonomía y la dependencia emocional pueden contribuir a una baja autoestima y a sentimientos de inadecuación.
Tratamiento del Trastorno Dependiente de la Personalidad
El tratamiento cognitivo-conductual, que es el enfoque desde el que yo trabajo, se centra en modificar los patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que caracterizan a este trastorno. Para ello se llevan a cabo diferentes estrategias como las siguientes:
Identificación y Modificación de Pensamientos Distorsionados
Una parte fundamental del terapia congnitivo-conductual implica ayudar a la persona a identificar y desafiar los pensamientos automáticos negativos y las creencias subyacentes que contribuyen a su dependencia. En el trastorno dependiente de la personalidad las creencias que se trabajan y que son más comunes son acerca de la propia inadecuación o la necesidad de aprobación constante para sentirse valiosas.

Desarrollo de Habilidades de Afrontamiento y Autonomía
El tratamiento en el trastorno dependiente también se enfoca en desarrollar habilidades de afrontamiento más adaptativas y en fomentar la autonomía de la persona, lo que puede incluir técnicas para manejar la ansiedad, mejorar la toma de decisiones y aumentar la autoeficacia, que como dijimos antes es la creencia que tiene una persona sobre sí misma de realizar ciertas tareas y afrontar desafíos de la vida.
El objetivo es ayudar a la persona a sentirse más capaz y segura al enfrentar situaciones por sí misma.
Entrenamiento en Habilidades Sociales
Dado que las relaciones interpersonales son un área crítica en el trastorno dependiente de la personalidad, el tratamiento muchas veces incluye el entrenamiento en habilidades sociales para ayudar a la persona a establecer relaciones más equitativas y satisfactorias, y a aprender a establecer límites saludables.
Exposición Gradual a Situaciones Temidas
La exposición gradual a situaciones temidas es otra técnica utilizada en la terapia cognitivo conductual e implica ayudar a la persona a enfrentar gradualmente situaciones que evita por miedo al fracaso o al rechazo.
Por ejemplo, imaginad a una persona que presenta un trastorno dependiente de la personalidad y que tiene miedo a hablar en público por el temor al rechazo y al fracaso. Para ayudarle con esto podríamos hacer una lista de situaciones relacionadas con el hablar en público, ordenadas desde las que menos temor generan a las que más. Aquí por ejemplo, podríamos empezar por que esta persona fuera capaz de dar un discurso delante de sí mismo frente a un espejo. Una vez que sintiera cómoda con eso, pasaríamos a otra situación como practicar ese discurso delante de mi en sesión y, gradualmente aumentaríamos el número de personas, primero con personas de confianza y luego frente a un grupo donde no tenga tanta confianza.
Esto ayudaría a esta persona, además de a afrontar ese miedo, a reducir su dependencia hacia la aprobación de los demás.
Reforzamiento de la Autoestima
El trabajo sobre la autoestima es muy importante en el tratamiento del trastorno dependiente de la personalidad. El objetivo es ayudar a la persona a desarrollar una percepción más positiva y realista de sí misma, reduciendo la dependencia de la validación externa.
El tratamiento para el trastorno dependiente de la personalidad es un proceso que requiere tiempo y compromiso, tanto por parte del psicólogo como del paciente y la colaboración y la confianza mutua son esenciales para lograr cambios significativos y duraderos.
Escrito por Esther Blazquez Alvarez, psicóloga en Epsiba Psicología en Salamanca y psicóloga online por videoconferencia.