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Ansiedad y Trastorno Obsesivo Compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo ha pertenecido siempre a los denominados trastornos de ansiedad y, aunque en la actualidad haya diversas opiniones sobre a qué categoría pertenece este trastorno, la ansiedad es un síntoma central.
La persona que realiza una conducta de forma repetida no la hace por gusto o para obtener placer, sino por evitar o disminuir el malestar que le genera esa ansiedad o sensación de angustia.
Funcionamiento de Trastorno Obsesivo Compulsivo
El Pensamiento
En el trastorno obsesivo-compulsivo un pensamiento desencadenado por la posible ocurrencia de un acontecimiento o por un objeto presente, genera una emoción: ansiedad o sensación de angustia y, para evitar esa ansiedad, se llevan a cabo las denominadas compulsiones, conductas repetitivas o rituales que pueden, o no, ser visibles, ya que también hay rituales que se desarrollan en el propio pensamiento.
La Compulsión
Para evitar la ansiedad que genera ese pensamiento, se llevan a cabo las denominadas compulsiones: conductas repetitivas o rituales que pueden, o no, ser visibles, ya que también hay rituales que se desarrollan en el propio pensamiento.
Ese posible suceso catastrófico originado en el pensamiento es el que finalmente da lugar a la compulsión, se establece una norma supersticiosa para que no ocurra algo: “si no compruebo que la llave está echada puede entrar alguien, debo comprobarla de nuevo para asegurarme”.

Por qué se mantiene el Trastorno Obsesivo Compulsivo
Lo explico con un ejemplo:
Una persona se pone a contar mentalmente cuando le viene un pensamiento que no considera apropiado para evitar pensarlo.
Por supuesto, como a corto plazo la ansiedad se reduce, se continúa realizando esa conducta, pero ese corto plazo cada vez es menor y la compulsión o conducta que se realizaba dos o tres veces, se realiza con mayor frecuencia ya que el intervalo entre el ritual y la aparición del pensamiento que desencadena la compulsión es cada vez menor.
El patrón de conducta repetitivo, o el ritual realizado, es lo que hace que el trastorno se mantenga ya que la persona lo utiliza modo de superstición:
Si realizo X no sucederá Y
Si no realizo X, Y puede suceder
Es decir, si el patrón de conducta que alivia la ansiedad continúa llevándose a cabo, la persona no puede comprobar que eso que piensa no es realmente lógico, ya que al continuar realizando esos rituales no puede demostrar que la compulsión no evita que suceda lo que se teme.
Obsesiones y compulsiones más comunes en el Trastorno Obsesivo Compulsivo:
Las obsesiones más comunes dentro del TOC son las relacionadas con la contaminación, el orden, la seguridad, la sexualidad, la acumulación de objetos, la agresión, la religiosidad o las supersticiosas.
Las compulsiones se clasifican según la conducta que se lleva a cabo.
Pueden ser de comprobación, de limpieza, de acumulación/colección y también se encuentran las que podríamos categorizar como compulsiones mentales, que son las de contar, repetir y ordenar mentalmente o en voz alta objetos, lugares o contenidos abstractos.
A continuación, explico estas obsesiones y las compulsiones más frecuentemente asociadas a ellas:
Relacionadas con la contaminación:
La inquietud aparece por la posibilidad de contraer un virus, tanto uno mismo como las personas que le rodean. Las obsesiones van dirigidas a protegerse o a evitar gérmenes, posibles tóxicos ambientales, productos de limpieza o higiene personal, medicamentos, el contacto con animales, etc.
Las compulsiones asociadas a este temor incluyen las de limpieza y lavado. En estas compulsiones los rituales más comunes son los relacionados con la limpieza corporal y de los objetos que rodean a la persona, así como la evitación de objetos o lugares que pudieran estar contaminados o la toma de medidas extremas para no contaminarse (utilización de guantes, mascarillas).
Relacionadas con el orden:
Relacionado con la simetría a la hora de disponer objetos, la preocupación por la exactitud de las cosas, la necesidad de tener una escritura perfecta, etc.
Relacionadas con la agresión.:
En este tipo de obsesiones hay un miedo a que la persona pueda dañarse a sí mismo o a otros al pensar que puede actuar de forma impulsiva o involuntaria. La obsesión no se dirige sólo a la agresión física, incluye también el temor a decir algo inapropiado y dañar a otras personas sin ser conscientes de ello. También hay un rechazo a imágenes mentales en las que uno se ve a sí mismo realizando actos violentos al pensar que esos pensamientos pueden llegar a ser reales y hacer daño a los demás.
Las compulsionesque se llevan a cabo suelen ser las de comprobación, hay una necesidad de reasegurarse a uno mismo que no se le ha hecho daño a nadie o que nadie le ha hecho daño a él, que no se han cometido errores que puedan desembocar en un daño hacia otras personas, etc.
Relacionadas con la sexualidad:
Se experimentan pensamientos o imágenes de tipo sexual de forma involuntaria que hacen sentir incómoda a la persona.
El contenido suele relacionarse con la orientación sexual, la posibilidad de tener contacto sexual con familiares, conductas inapropiadas con niños, imaginarse a uno mismo agrediendo sexualmente a otras personas, etc.
Las obsesiones religiosas:
En ellas hay un temor a equivocarse en la forma de actuar o de pensar, se cuestiona constantemente si lo que uno piensa está bien o no y, si no está bien, teme ser castigado.
Para evitar esto, la persona crea rituales en los que reza, o dice frases constantemente para acallar su pensamiento.
Relacionadas con la seguridad:
Hay una preocupación por que pueda ocurrir algo peligroso como el que entren intrusos en casa, que el gas esté abierto, miedo a que le roben o a que uno mismo pueda perder las cosas, etc.
Los rituales que se llevan a cabo son los de comprobación o reaseguración: comprobar una y otra vez que la puerta está cerrada, que se ha cerrado la llave del gas, que se han cerrado las ventanas, comprobar que un objeto sigue en el mismo sitio y que nadie se lo ha llevado, etc.
Las obsesiones mentales:
Puede haber un miedo a olvidar las cosas o a no comprenderlas.
Las conductas compulsivas asociadas son las de repetir, contar u ordenar las cosas mentalmente.
La acumulación o colección de objetos:
La persona siente la necesidad de coleccionar objetos que no tienen utilidad, de comprar objetos de forma compulsiva por miedo a que se acaben, etc.
Se experimenta elevada ansiedad si la persona es obligada deshacerse de objetos que a otras personas les resultan inservibles o se incomodan si se encuentran en un lugar vacío al sentir que necesitan llenarlo de cosas.
Las compulsiones asociadas a esta obsesión son las de coleccionar objetos y acumularlos, ya sea comprándolos o recogiéndolos de la calle.
Los temores supersticiosos:
La persona siente que tiene que hacer o pensar algo para evitar que lo temido no llegue a ocurrir.
Dentro de las compulsiones o rituales más frecuentes en este tipo de obsesión se encuentra: la necesidad de recordar secuencias de letras o números, tener números de la suerte y pensar en ese número de forma reiterada, etc.
Origen del Trastorno Obsesivo Compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo no suele aparecer repentinamente, sino de forma gradual y puede aparecer tanto en la infancia, aunque sea menos frecuente, como en la adolescencia o ya en la edad adulta.
El origen puede estar desencadenado por el estrés, al menos su agravamiento, ya que las obsesiones y compulsiones puede llegar incluso a desaparecer en periodos en los que la persona se encuentra tranquila y volver a aparecer cuando hay algún evento percibido como estresante.
También, a través de varias investigaciones, se han detectado varias regiones del cerebro que pueden estar relacionadas con el trastorno obsesivo compulsivo: el lóbulo frontal, los ganglios basales y el sistema límbico.
Así mismo, se relaciona con desequilibrios en un neurotransmisor: la serotonina, que, aunque se encuentre repartida por todo el cerebro, tiene una gran actividad en las tres zonas anteriormente mencionadas.
Sin embargo, no queda aún claro si son las obsesiones y las compulsiones las que generan los cambios en el cerebro, o son los propios cambios en el funcionamiento cerebral los que dan lugar a las obsesiones y compulsiones.
Todo esto hace pensar que el trastorno obsesivo compulsivo podría tener ciertos componentes que lo hacen heredable, es decir podría haber mayor vulnerabilidad de desarrollar un trastorno obsesivo compulsivo si un familiar de primer grado lo ha presentado anteriormente.
Tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo
El tratamiento en la actualidad se centra en la administración de psicofármacos y/o psicoterapia, utilizando ambos de forma conjunta o decantándose por uno sólo.
Los psicofármacos más utilizados son los inhibidores de la recaptación de serotonina, utilizados también para tratar la depresión.
El tratamiento psicológico con mayor eficacia es la terapia cognitivo-conductual. En ella se analizan los pensamientos obsesivos y las compulsiones, buscando los desencadenantes de ambas.
Tras este análisis suele utilizarse la técnica de exposición con prevención de respuesta, en la que la persona se expone al estímulo que causa la conducta compulsiva, pero sin la realización de ésta con el fin de generar habituación hacia el estímulo desencadenante y una extinción de la respuesta compulsiva.
Escrito por Esther Blázquez Álvarez, psicóloga en Epsiba Psicología.
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